Casi ningún otro portabebé es tan versátil como un fular: con diferentes métodos de atado, se puede usar desde el nacimiento hasta toodlers (niños pequeños) y siempre se adapta de manera óptima a las necesidades cambiantes del niño y del padre.
Es cierto: se necesita un poco de práctica para atar el fular de manera óptima y rápida, pero si continúas, ¡serás recompensada con una experiencia de uso única y cómoda!
Delante del vientre, en la cadera, en la espalda, con diferentes centros de gravedad y cambio de peso, con otros usos como manta, chal, hamaca para bebés y columpio: un fular es cómodo, práctico y divertido.
Puedes aprender a atar un fular asistiendo a una consulta de porteo, donde una persona especialmente formada por escuelas de porteo aconseja y ayuda en el correcto manejo del fular para que portear sea siempre un placer.
Los fulares Girasol están tejidos en cuatro tejidos: sarga cruzada, sarga romboidal, nido de abeja y espiga. Todos los tipos de tela tienen maravillosas propiedades como portabebés debido a su elasticidad diagonal. El centro del fular está marcado con una etiqueta cosida, los extremos están biselados y los bordes están cómodamente cosidos dos veces.
- Fular tejido a mano en algodón 100% natural
- Tejido: sarga cruzada
- Gramaje: aprox. 215 g/m²
- De recién nacidos a toddlers
- Hecho a mano en Guatemala
- Medida: 5,20 metros
Todos los fulares Girasol son producidos artesanalmente de manera responsable en pequeñas cooperativas de Guatemala cumpliendo con los estándares de calidad alemanes. Justo, sostenible y ergonómicamente correcto: los cimientos de su producción.
Instrucciones de lavado
- Lavable a máquina hasta 60 grados.
- Para proteger el material y el medio ambiente, se recomienda lavar a 40 grados y usar detergente suave.
- ¡Por favor, nunca uses suavizante!
- Se puede planchar.
- Si tienes prisa, puedes poner tu fular en la secadora.
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